por Ana María Durán Otero
En un mundo donde la globalización, el consumo y la rapidez de las comunicaciones parecen manipular la vida de todos los seres humanos, existen hoy en día propuestas que buscan hacer reflexionar a la gente del común, al transeúnte de las calles, al hombre común y corriente.
Uno de estos proyectos, Peregrinos Urbanos, creado y dirigido por la artista colombiana María Teresa Hincapié, surge precisamente de la necesidad de responder a estos interrogantes y de cuestionar las reglas y los supuestos parámetros que dominan y determinan a los habitantes de cualquier país. "En este momento, el trabajo que estamos haciendo funciona en Bogotá, pero de igual manera es válido y pertinente realizarlo en cualquier ciudad del mundo. En la actualidad todos estamos viviendo los mismos problemas".
La intervención urbana que propone Hincapié no pertenece a ningún género estético. Con su performance, la artista busca responderle .a la ciudad con actos de amor, a través de lo cotidiano. Por esta razón, en su presentación se ve una niña que llega en piyama a la calle y desayuna, otra que barre, un muchacho .que hace ejercicios, entre otras acciones rutinarias.
"Esta intervención humana funciona a partir de la lentitud. La gen te debería ser más consciente de la noción de tiempo y pensar, dentro de la rutina, la importancia de detenerse un momento y reflexionar sobre lo que está a su alrededor", comenta Hincapié
La artista trabaja con un equipo de entre diez y quince personas, estudiantes de la Universidad Javeriana, la Universidad del Bosque, la Academia Superior de las Artes y voluntarios que han decidido apoyar la idea.
¿DÓNDE ESTÁN LOS PEREGRINOS?
El grupo de los peregrinos urbanos se mueve en lugares de mucho dolor, caóticos y congestionados: A partir de sus movimientos, suaves y lentos, aparecen caminando entre el alboroto de las calles, logrando un efecto pacífico y amoroso que rompe con la normalidad. "El performance que estamos haciendo, a diferencia de muchos que se caracterizan por su violencia visual, es un ritual de amor, de tranquilidad y de movimiento. En ningún momento irrumpimos de manera drástica o violenta en la tranquilidad de los demás".
Esta novedosa y creativa propuesta artística va mucho más allá de una simple actividad lúdica. Su interés consiste en acercar a la gente común al arte y descubrir de qué manera la escena artística en Colombia pretende trascender una exhibición o una muestra de museo.
Su interés por causar un impacto global y por buscar una posible salida a las atrocidades de hoy en día, guerras, desastres naturales e injusticias, permite pensar en la posibilidad de un arte móvil, conectado con la vida real.